Hace tan solo unos pocos años, cuando uno viajaba, iba a una agencia de viajes y, tras estar una hora y pico allí, salía con el billete de tren o avión, con la reserva del hotel y, si te gastabas un dinero, te daban una guía del sitio a visitar y, como mucho, una bolsa con el logo de tour operador de turno. ¡¡Cómo ha cambiado la cosa hoy en día!!.

Después del maravilloso viaje a Islandia que acabo de realizar, me he dado cuenta de que no solo es necesario tener competencias digitales en el mundo de la empresa, sino en tu vida diaria. Y más si, como yo, eres un viajero incansable.

Antes de partir en busca de tan apetecible destino, tuve que buscar los billetes de avión. Para ello, utilicé el comparador de Skyscanner que analiza más de mil aerolíneas y ajusta la búsqueda de manera muy visual .

Para el alojamiento, aparte del archiconocido Tripadvisor, también consulté Airbnb. Este último es uno de los más conocidos portales para el alquiler de apartamentos / habitaciones privadas o compartidas. Tiene más 600.000 propiedades en más de 34.000 ciudades de todo el mundo: desde casas en un árbol hasta áticos de lujo. Pero, al final, me decanté mejor por varios hoteles y para su reserva utilicé Booking. La aplicación móvil es una adaptación del conocido portal de reservas y se puede utilizar, sobre todo, para lograr la mejor oferta.

Como yo no tengo mucha memoria y me pongo bastante nerviosa si no tengo todo controlado antes de salir, me serví de TripIt para tener todo lo relativo al viaje a un simple clic de distancia: mi billete de avión con su respectivo localizador, las reservas de hotel e incluso la previsión meteorológica para el día de partida.

Aún así, yo me preguntaba…¿y si pierdo o me roban los billetes? Con PassWallet/Passbook me olvidé de llevar encima la tarjeta de embarque, evitando al mismo tiempo la posibilidad de que se perdiera y tener un buen disgusto.

Después llegó el momento de ¿qué meto en la maleta? En Islandia hace ahora en algunos sitios cerca de 15 grados bajo cero. Con PackPoint (o PackingPro en iOS) sólo tuve que definir el destino del viaje, su duración en noches, indicar que era de ocio y la app me propuso lo que tenía que llevar en la maleta. Lo mejor es que, con el tiempo, uno puede confeccionar su configuración a medida e incluso determinar el tipo de maleta a llevar, y así, al hacerla únicamente tienes que rellenar un check-list que garantiza que no se deja uno nada en casa.

Y, a través de Barrabés me compré ropa térmica para soportar las bajas temperaturas.

Tampoco me olvidé de GateGuru, que actúa como una guía completa de todo lo relacionado con los vuelos y aeropuertos del mundo. Esta aplicación te mantiene informado sobre los retrasos de vuelos, cambios de puerta y ajustes del tiempo para embarcar. Así como todos los servicios de restaurantes disponibles dentro del aeropuerto en el que te encuentres.

Después, tuve que informarme sobre qué tiempo iba a hacer y qué ropa llevar pues, en invierno, allí no se puede ir con cualquier prenda. Entonces consulté Accuweather,  una app que proporciona previsiones meteorológicas hasta el último minuto. Así supe qué ropa llevar en el equipaje. Y, puestos a mirar, también estuve cotilleando el estado del mar y el viento, con Windfinder.

Cuando llegué, CityMaps2Go me permitió encontrar las direcciones cuando no tenía conexión a internet. Es de esas aplicaciones que te ayudan en esos “momentos de crisis”, cuando no sabes cómo llegar a un lugar y no tienes la siempre deseada conexión wifi. También sugiere opciones de los restaurantes más cercanos usando el GPS del móvil.

Pero lo mejor ocurrió cuando aterricé. Cuando uno viaja a Islandia, siempre vas con la ilusión de poder ver las auroras boreales. Y cuál fue mi sorpresa cuando el guía me sugirió bajarme una de las muchas aplicaciones existentes para saber qué día y a qué hora saldrían y, registrarme para que la app me avisara cuando apareciera ese ballet celestial de luces bailando en el cielo nocturno. Me decanté por Aurora Forecast.

Llegó la hora de enviar una postalita electrónica a mi familia para decirles que había llegado bien y que les deseaba unas felices fiestas. Y lo hice con Touchnote, que a mi me gusta especialmente.

Después de dejar las maletas en el hotel y, aunque tenía las visitas más o menos programadas, consulté la aplicación FieldTrip, que me sirvió como una fuente de recomendaciones sobre qué ver y qué comer, desde la ubicación en la que me encontraba, según mis preferencias e intereses. También me sirvió mucho Minube, una aplicación española, fuente inagotable de información viajera en el móvil.

Os podría contar muchas más cosas impactantes sobre este viaje, desde fotografías panorámicas realizadas con un drone, a apps muy útiles como 112 App, la aplicación oficial para el servicio de emergencias 112 de Islandia o XE, una app de viajes muy sencilla pero también muy útil que te permite hacer la conversión de moneda con la cotización actual de una forma muy rápida. Pero lo dejaré para la próxima ocasión.

Sólo puedo concluir que las nuevas tecnologías y más concretamente las aplicaciones se han convertido en un factor importante para los viajeros. Y es que, aunque uno sea un aventurero o le guste improvisar, según un informe de «TripBarometer», el 52% de los españoles planifica sus vacaciones o reserva sus viajes usando el móvil. El «viajero conectado» es ahora más frecuente que nunca. El 45% de ellos generalmente utiliza un «smartphone» para reservar actividades durante un viaje, casi las tres cuartas partes (72%) busca restaurantes en vacaciones, el 67% actividades y el 64% consulta las opiniones de otros viajeros.

¿Te apuntas a la aventura de ser un viajero digital? 😉