¿Cuántos seguidores tienes en twitter? ¿Qué herramientas utilizas para vigilar a tu competencia? ¿Y para impactar y atraer posibles clientes? ¿Y para convertirlos en clientes reales? ¿Cómo crearías un perfil potente en redes sociales? ¿Tienes blog? ¿Eres más de E-learning, M-learning o B-learning? ¿Has utilizado alguna vez el Design Thinking? ¿Cómo medirías el ROI en un proyecto de innovación? ¿Qué es para ti la transformación digital y cómo la abordarías en tu compañía?

Todas ellas son preguntas que cualquier empresa podría hacerte hoy en día en una entrevista de trabajo sin apenas pestañear. Y, lo que es más importante. Son también cuestiones que todo autónomo debería hacerse antes de emprender. Y es que, aunque nos cueste asumirlo, la forma de trabajar y hacer negocios ha cambiado radicalmente por el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación. Lamentablemente, son aún muchas las empresas que se resisten a reconocer ese cambio de paradigma y no advierten la necesidad (ni la urgencia) de transformar sus hábitos de trabajo. Y, lo que es más importante: su cultura organizativa.

Teniendo en cuenta este panorama y, para poder ayudar a las organizaciones en este complicado “salto a lo digital”, el ICEMD ha elaborado un Indice de Competencia Digital (ICD) que lo que hace es medir el grado de implementación de las competencias en la empresa española. Es decir, es capaz de cuantificar la relación de la empresa española con la Economía Digital, todo ello partiendo de una autoevaluación inicial. En este índice se comparan dos valores: el ideal (la relevancia que dan los directivos a las competencias digitales) y el real (su grado de cumplimiento en las empresas).

Pero no os voy a dar muchas más pistas sobre cuál es el ICD medio de la empresa española. Lo mejor es que os leáis las primeras conclusiones del estudio realizado y presentado por el Instituto de la Economía Digital de ESIC, realizado en colaboración con Millward Brown.

Sólo os adelanto una primera conclusión: las empresas no están aprovechando el potencial de las nuevas herramientas de gestión para ser más productivas y eficientes. Y las que no inviertan en formación, se quedarán fuera.

¿Será verdad eso de que las empresas digitales venden más y son más rentables?