La vida es un continuo aprendizaje. Y, a veces, tenemos la sensación de que se “ensaña” con nosotros porque quiere enseñarnos algo. Entonces, aparecen las pérdidas familiares, las enfermedades, los despidos laborables, los problemas económicos, el desamor, ….hasta que llega el momento en que nos damos cuenta de que…esas cosas que antes parecía que les pasaba sólo a los demás….nos toca vivirlo a nosotros de lleno en primera persona.
Y un día te despiertas por la mañana y ocurre algo que te descoloca por completo y te hace replantearte tu vida y su sentido. Si no, que se lo digan a Miguel Ángel Tobías, autor del libro Renacer en los Andes. ¿Quién le iba a decir a él que una escapada a la montaña con unos amigos iba a hacerle vivir una experiencia cercana a la muerte de forma tan real?
¿Qué se le pasó por la cabeza sabiendo que en la cordillera de Los Andes, donde después de separarse del grupo se perdió, todo apuntaba a que iba a morir? ¿Cómo podría enfrentarse un hombre tan joven al desafío de la supervivencia, en una situación tan extrema en la que todo parecía estar en contra? ¿A quiénes recurrió en sus recuerdos para afrontar el momento y para sacar fuerzas de dónde no las tenía? ¿Qué fue lo que realmente le salvó de una muerte segura?
Booktrailer Renacer en los Andes
Todo lo que Miguel Ángel Tobías relata y el desenlace final, supuso una transformación espiritual para este director y productor de cine, documentales y programas de TV, acostumbrado a enfrentarse a retos peligrosos en el borde de la supervivencia.
Y lo ha hecho de una forma seria, reflexiva y coherente, en un apasionante libro que sorprenderá a muchos y que toca temas vitales y existenciales, que todos nos hemos planteado en algún momento del camino.
El relato finaliza con lo que, para mí, es quizá la parte más emotiva y mágica del libro: un profundo ejercicio de introspección, acompañado de sus reflexiones personales sobre el significado de la familia, los amigos, el amor, el miedo, la felicidad, el camino del corazón, la soledad o los milagros. No os desvelaré nada porque lo bonito es que cada uno saque sus propias conclusiones al leerlo. Sólo os mostraré algunos mensajes que, por mi situación personal y vital, me han pellizcado el alma especialmente:
“Para aquellos que no tienen FAMILIA o que ya la perdieron, quiero deciros que existen los padres de alma, los hermanos de alma y los hijos de alma. Personas que aparecen en nuestra vida y a los que sentimos como si fueran de nuestra sangre. Y que, sin duda alguna, también son familia”.
“El AMOR es la fuente de la vida y debería ser el motor de todas nuestras acciones. No puede ni debe crear sufrimiento en los demás. Puede hacer llorar, sin duda, pero no de dolor, sino de emoción. Para ser auténtico, debe generar alegría, sonrisas, pero, sobre todo y siempre, paz”.
“La VIDA con mayúsculas siempre va a estar al otro lado del MIEDO”.
Dicen que hay “personas cometa”, que apenas dejan rastro a su paso, y “personas estrella”, que brillan con luz propia y dejan una huella eterna. Estoy segura que Miguel Ángel, con este libro, será de las segundas y continuará dejando en su legado otra de sus luminosas aportaciones a este complejo, y a la vez maravilloso mundo, que nos ha tocado vivir. Porque su gran sensibilidad a la hora de empatizar con todo tipo de seres humanos y su importante labor social e iniciativas para dar visibilidad y apoyar a los más necesitados y vulnerables, tendrá seguro sus frutos.
«Cuando tú amas y sirves a los demás…la vida te ama y te sirve a ti…pues todo vuelve siempre MULTIPLICADO«.
Espero que el testimonio de su milagro, ayude a quiénes lo lean:
- A tener FE, esperanza, serenidad.
- A sentirse en PAZ, en tiempos de dificultad, adversidad y tristeza.
- A que piensen que NO ESTÁN SOLOS, a pesar de que a veces sientan que si lo están.
- A que acepten su REALIDAD, su verdad, sea cual fuere.
- A sentir su PRESENTE, el aquí y ahora.
- A descubrir la ESENCIA más auténtica del día a día.
- A deleitarse de los TRIUNFOS COTIDIANOS: el cariño, el afecto, la amistad, la tranquilidad, el calor de los tuyos, la admiración de quienes te quieren de verdad.
- A dejar de buscar el AMOR fuera, sino dentro de si mismos.
- A entender que ser FELIZ es una elección.
- A aprender a disfrutar el momento PRESENTE, como si fuera el último minuto que respiras.
- A apreciar las cosas SENCILLAS de la vida.
- A convivir con la IMPERFECCIÓN.
- A decir TE QUIERO cada ocasión que tengan.
- A disfrutar sin tapujos del alto poder curativo de los ABRAZOS.
«La EXISTENCIA es, a veces, un duro maestro. Y ahí está su grandeza, y también su locura; ahí su caos y sus placeres, esos que debemos vivir a contrapelo sin buscar la perfección, sólo los instantes que disfrutar con el máximo de nuestras fuerzas».
Si quieres leer la SINOPIS del libro, haz clic aquí.
Espero de corazón, que os guste y disfrutéis de su lectura.
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