Las fuentes de datos que utilizan los departamentos de marketing son cada día más numerosas y diversas: campañas de elaboración propia y externa, eventos, seminarios online, telemarketing, web, iniciativas de inbound marketing, redes sociales, móviles, comentarios de los post de blogs… Al mismo tiempo, debido a la creciente presión por mejorar los objetivos de marketing, medirlos de forma transparente y aumentar las tasas de conversión, el análisis de estos grandes volúmenes de datos e información –los ya famosos y conocidos por todos Big Data– ha pasado a la primera línea de las prioridades empresariales, llegando a ser todo un reto estratégico.

Forbes Insights publicó hace ya unos meses un estudio (“El gran potencial de Big Data: guía práctica para directores de marketing”) en el que demostró que el 60 % de las organizaciones (dos de cada tres)  que habían utilizado el Big Data en al menos el 50 % de sus iniciativas de marketing habían alcanzado o superado los objetivos fijados, entre ellos, el incremento de las ventas. A menor utilización del Big Data, menor nivel de éxito en los logros de marketing. No obstante, el uso y aprovechamiento de Big Data está aún lejos de ser generalizado. De los participantes en este estudio, 4 de cada 10 declaró ser incapaz de saber a quién le gusta su producto y un 45% reconoció que no podían determinar las razones por las que a sus clientes les gustaban sus productos.

En estas circunstancias, se espera en los próximos meses una “explosión” de pequeñas y medianas empresas que acudan al Big Data para afinar la puesta en marcha de sus planificaciones, entre ellas las del ámbito del marketing. Por encima de todo, el objetivo es medir y aumentar la tasa de conversión: Big Data + Email Marketing = ROI asegurado.

“Almacenar por almacenar” datos de clientes, lógicamente no conduce a ningún resultado óptimo para marketing. Si nuestro objetivo es detectar oportunidades de negocio, captar nuevos clientes, incrementar las ventas cruzadas, segmentar en tiempo real o, simplemente, mejorar la imagen de marca, debemos poder acceder a los datos y disponer de las herramientas adecuadas para clasificar, analizar y, finalmente, extraer valor de los Big Data. Además, ya no vale sólo con analizar comportamientos y patrones predictivos de compra a gran escala, sino prestar atención al Small Data basado en Social Media, que  nos proporciona incluso datos más cualitativos de emociones, opiniones y sentimientos de usuarios que condicionan sus compras a tiempo real y que las empresas podemos usar gracias a las redes sociales. Algo que hace poco tiempo era impensable.

La plataforma SAP HANA para Big Data supone una gran ayuda para completar esta misión, ya que nos permite (entre otras muchas funcionalidades):

  • Conocer y predecir las necesidades de los clientes con precisión.
  • Realizar ofertas personalizadas y en tiempo real.
  • Impulsar la participación e interacción en todos los canales.
  • Reaccionar más rápidamente ante las oportunidades del mercado.
  • Agilizar los procesos de marketing con el vanguardista software de marketing de SAP y las técnicas científicas de tratamiento de datos más avanzadas.
  • Captar y aprovechar los datos –estructurados y sin estructurar- procedentes de todo tipo de fuentes, incluidas las máquinas y las redes sociales.

No lo olvide. El Big Data es el paso fundamental para diseñar una estrategia de marketing integrada, permitiendo optimizar la estrategia y medir el resultado de las acciones.