Según el informe 2013 de The App Date (*), cuatro millones de apps “llegan” a diario en España a nuestros móviles, tabletas o televisiones con internet. Somos unos 22 millones de usuarios los que llevamos encima alrededor de 24 aplicaciones de media y, lejos de pesarnos, se van haciendo cada día más imprescindibles. Hace tan solo un año estas cifras se reducían a la mitad.

Nuestro punto álgido de búsqueda de nuevas emociones son las tardes de jueves a domingos, entre las 19 y las 21 horas. Es el momento en el que, llevados por recomendaciones de amigos o a través de buscadores de referencia, caemos en las redes de una nueva app. Y la descargamos. Todos los desarrolladores quisieran encontrar la piedra filosofal, la reina de las aplicaciones que todo el mundo desea y que, por sentido, común nunca debería incumplir las siguientes premisas:

  • La primera impresión aquí es lo que cuenta. Desde el principio debe ser de fácil navegación, intuitiva, sin necesidad de ayuda y de accesibilidad instantánea. Que el proceso sea continuo y rápido implica que la interfaz sea simple y clara, sin elementos de diseño que estorben. Una experiencia de usuario positiva garantizará que volvamos a usarla, si no, la cambiaremos por otra.
  • Que ofrezca servicios, contenidos o productos de manera divertida. Cualquier acción que realicemos a modo de juego será más placentera y nos hará repetir.
  • Teniendo en cuenta los constantes cambios en las necesidades del usuario deberá ser una app fácil de modificar.
  • Que permita compartir elementos en las redes sociales, al fin y al cabo de eso trata el siglo XXI.
  • Que genere contenido de interés real para el usuario.
  • Si tiene que gestionar algún pago, que sea fácil, cómodo y seguro realizarlo a través del móvil.
  • No olvidar una buena promoción: si no te conocen, no te compran. Muchas de las aplicaciones españolas pecan de falta de visibilidad y mal posicionamiento en el mercado de las apps. Habrá que hacer un esfuerzo para llegar al usuario.

Aunque parezcan obviedades, tan solo el no cumplir uno de los anteriores requisitos  puede hacer la diferencia entre el éxito o el fracaso de una app. Todo este universo (más que negocio) generó el año pasado a nivel mundial unos ingresos que ascendieron a 26.000 millones de dólares, según los datos de Gartner, y eso a pesar de que el 91% de las descargas son de aplicaciones gratuitas.

En cuanto a tiendas, la App Store generó más ingresos que Google Play, pese a que esta segunda le ha tomado la delantera en número de apps descargadas. No olvidar los claroscuros: el 99,99% de las aplicaciones no será rentable en el año 2018 y el panorama empeorará en el futuro, según la misma fuente.

Seguro que hay muchas oportunidades en este ámbito, pero hay que ser realistas y ¡¡tampoco conviene soñar despiertos!!

[vc_message type=»info»] The App Date (*): consultora que se dedica a la creación de contenido, investigación y promoción de apps. Tienen en marcha varios proyectos: el encuentro mensual The App Date, el anual, The App Fest, investigación con The App Intelligence, creación de contenidos con The App TV, formación con The App School y recomendación de apps con Atrappo. [/vc_message]