El mundo laboral está cambiando y los profesionales debemos reciclarnos para no quedarnos atrás, sobre todo, en el ámbito de formación en nuevas tecnologías. Y no sólo debido al auge que éstas están experimentando en los últimos años, sino a su impacto como herramienta de mejora empresarial.

Ingeniero de reciclaje, diseñador de sueños, programador de internet de las cosas, científico de datos, robotista o terapeuta de empatía artificial son unos pocos ejemplos de novedosas profesiones que hace tan solo unos años eran impensables, totalmente inconcebibles, y que hoy ya están empezando a formar parte de una creciente oferta formativa en Universidades, Escuelas de Negocio, Institutos, etc.

Además, nos guste o no, debemos admitir que en esta nueva sociedad del conocimiento, el empleo como puesto de trabajo estable, permanente o duradero está condenado a desaparecer. Se estima que el trabajo estará más vinculado a proyectos concretos, siendo requisitos estratégicos y casi indispensables las habilidades tecnológicas, la movilidad, la flexibilidad, la adaptación al cambio, un buen nivel de idiomas, o la capacidad de trabajo colaborativo, entre otros. Y, en general, todo será más interdisciplinar y las conexiones serán más importantes.

Hay muchas razones que se nos pueden ocurrir para reinventar nuestro futuro con formación, pero me centraré en 5 de las más importantes: adaptarte a un nuevo entorno laboral cambiante, ser más rentable, crecer dentro de tu profesión, mejorar tus competencias transversales e incrementar tu satisfacción y seguridad en tu trabajo.

Adaptarte a un nuevo entorno laboral cambiante

Profesiones que hoy existen, mañana ya no estarán. Da igual que se te dé bien algo. Si ha pasado de moda, ya no tiene sentido aplicarlo en una organización o casi no se demandan profesionales de ello, será muy complicado encontrar trabajo o mantenerte en el que tienes.

Ya lo adelantaba hace unos meses Silvia Leal, consejera y experta en inno-liderazgo y transformación digital : «Las cifras hablan por sí solas: con la llegada del tsunami digital, el 47% del empleo actual desaparecerá dentro de una o, como mucho, dos décadas, según calcula la Universidad de Oxford y otras instituciones. Por si fuera poco, el 90% de las profesiones que permanezcan sufrirán alguna transformación y requerirán la incorporación de nuevas competencias”.

Incluso los puestos “más tradicionales” están cambiando a pasos agigantados. Por ejemplo, un Director de Marketing de hace 5 años no tiene nada que ver con el de ahora, al que se le exige mucha más “perspicacia digital” y trabaja “volcado” en analizar el comportamiento y mejorar la gestión de la experiencia de cliente y en ayudar a su empresa a cumplir sus objetivos de conversión y retención de clientes en los canales web y móvil.

Actualmente, existen nuevas profesiones  relacionadas con la tecnología, como profesionales de big data o expertos en ciberseguridad, en impresoras 3D, en robótica, conectividad digital e inteligencia artificial, y cabe esperar que en el futuro haya muchas más, a la vez que desaparecerán algunas otras. Aquellos profesionales que no sepan interpretar este nuevo ecosistema digital se encontrarán en una creciente situación de desventaja.

Si te reciclas profesionalmente para poder desempeñar profesiones con demanda en el presente y en el futuro, lograrás sobrevivir en un entorno laboral cambiante. Y si, además, conoces las nuevas tecnologías emergentes y formas de trabajar que van evolucionando, se te abrirá un mundo de oportunidades inmenso.

Ser más rentable en el futuro

Si no eres rentable para tu empresa, eres prescindible en tu puesto de trabajo. Se puede decir más alto, pero no más claro. Por ello, la formación y la capacitación siempre te ayudarán a desempeñar y desarrollar mucho mejor tu profesión y a conocer las nuevas herramientas tecnológicas que surgen en el mercado. Si aprendes a racionalizar los recursos humanos y materiales y a seguir una estrategia de gestión eficaz de los costes y de los ingresos, probablemente no te dejen escapar.

Por otro lado, cada vez más, los clientes y usuarios reclaman experiencias digitales con acceso instantáneo a la información y todo ello encaminado a acelerar la transformación de la movilidad y del lugar de trabajo. Por lo que uno de los retos a los que se enfrentan las organizaciones en estos momentos es impulsar la productividad en el puesto de trabajo.

Algunas compañías fracasan en ese sentido porque sólo buscan la rentabilidad en la formación en el corto plazo. Y recordemos que la formación es una apuesta más a medio y largo plazo.

Además, hoy no hay excusa para aprender pues existen muchas opciones para estar al día: formación outdoor, online, in-company, MOOCs, M-Learning,  Flipped Classroom o el blended learning, son algunas de ellas.

Desarrollarte profesionalmente, crecer en la empresa

La creciente competencia entre tus propios compañeros o futuros posibles nuevos empleados, los cambios vertiginosos en el mercado laboral, la demanda exigente de nuevas habilidades en tu puesto de trabajo, etc, son otra de las razones por las que hoy en día es imprescindible reciclarse y diferenciarse del resto.

Solo demostrando que tus capacidades profesionales no están obsoletas, que puedes responder a las exigencias del mercado laboral o de lo que buscan realmente las empresas, que tu esfuerzo está centrado en adquirir de forma constante nuevos conocimientos y habilidades, haciendo cada día mejor tu trabajo, posiblemente conseguirás escalar puestos de trabajo en tu actual empresa o reinventarte profesionalmente para sacar partido de aquello que sabes hacer en otro sector o profesión.

Y, sobre todo, nunca pierdas la ilusión y la motivación. No merece la pena frustrarte si ves que aun esforzándote tu compañía no te valora lo suficiente. Ten paciencia. Ya llegará tu oportunidad.

Mejorar tus competencias transversales y “Soft Skills”

Otra de las principales razones de recurrir a la formación es mejorar nuestras Soft Skills o habilidades sociales interpersonales, muy relacionadas con la inteligencia emocional, y que se complementan con las “Hard Skills”. Algunas de las más interesantes son la gestión del tiempo, la escucha activa, la autonomía, la motivación intrínseca, la empatía, la confianza, la capacidad de síntesis, la lógica divergente, la humildad, la responsabilidad, la curiosidad, el autoliderazgo, etc.

La capacidad para interactuar con otras personas, ya sean compañeros de trabajo o clientes, siempre será un factor clave para el buen desempeño de tu profesión, e importante también en tu vida diaria.

¿Sabías que la mayoría de competencias más valoradas por las empresas se encuentran relacionadas con tus Soft Kills? La agencia gubernamental de Reino Unido, National Career Service, elaboró un listado de las 10 competencias transversales más valoradas por los empleadores, y estas son: tomar decisiones, compromiso, comunicación interpersonal, flexibilidad, gestión de tiempo, liderazgo, creatividad y resolución de problemas, trabajo en equipo, responsabilidad y saber trabajar bajo presión.

Por otra parte, los resultados de Soft Skills 4 Tallent 2016 de Manpower nos muestran que competencias como la resolución de problemas, la inteligencia emocional y la toma de decisiones son las más demandadas por las empresas españolas en todos los perfiles.

Y según Forbes, las competencias más demandadas en los procesos de selección de las empresas  son las que tienen más relación con la actitud, el liderazgo y las habilidades sociales para relacionarnos con los demás. Concretamente son el trabajo en equipo, toma de decisiones y resolución de problemas, planificación, organización y priorización, habilidades de comunicación, adquisición y procesamiento de información, análisis de datos, conocimiento técnico relacionado con el puesto, profesionalidad en el uso de programas informáticos, habilidad para crear o editar informes escritos y capacidad para vender o persuadir a los demás.

Trabajar más a gusto y con mayor seguridad

Aunque aparentemente no sea fácil ver una relación causa-efecto, la formación te puede ayudar mucho a evolucionar y crecer personalmente, a ganar en seguridad.

El cultivar tu mente, relacionarte con personas desconocidas, salir de tu zona de confort, compartir tus ideas con otros, hablar en público, conocer otros puntos de vista diferentes, hacer cosas por los demás, etc, te ayuda indirectamente a proyectar más confianza en ti mismo, a tener más poder de convicción, a ser más positivo, a estar más motivado, a ampliar tu círculo personal y laboral , a adquirir nuevas destrezas y, en definitiva, a fortalecer tu autoestima, a superarte a ti mismo, a diferenciar las críticas constructivas de aquellas que son simplemente, negativas y dañinas y a no rendirte jamás  .

Y tú, ¿a qué esperas a empezar tu día aprendiendo con una sonrisa?